martes, 31 de octubre de 2006

Hoy murio Truman +

Esos días

Hoy es uno de esos días en el que el aire es denso y difusos los colores, en el que el tiempo se desfasa como un tibio reproche y toda ilusión decae por su propia naturaleza. Uno de esos tristes días delirantes y sin más agobio que su incertidumbre, de ironías y flaquezas, de hipocrecías y envidias, de mentiras y una triste necesidad de no extinguirse. 

Días de soberbia y debilidad, del llanto sin razón ni porvenir, en el que la osadía de tener vida es más que vida. Los rostros se diluyen y los pensamientos desbaratan los arquetipos del presagio, atizando la magia que despertó el pasado, desterrado y aterido en aquel pensamiento ausente, como el vago pero triste recuerdo que dejará este día.

Alan Márquez Lobato

jueves, 19 de octubre de 2006

If

[If ...at the sound of wish
The summer sun should shine
And if ...just a smile would do
To brush all the clouds from the sky
If ...at the blink of an eye
The autumn leaves would whirl
And if...you could sigh a deep sigh
To scatter them over the earth

I'd blink my eyes
And wave my arms
I'd wish a wish
To stop all harm

If...at the wave of a hand
The winter snows would start
And if ...you could just light a candle
To change people's feelngs and hearts

I'd whisper love
In every land
To every child
Woman and man

That's what I'd do
If my wishes would come true
That's what I'd do
If my wishes could come true]

Por Roger Pulvers

Yo podría morir en este instante

"Yo podría morir en este instante" leí en esa pared de fondo negro, lo leí con ese ánimo de resentimiento ajeno, perdiéndome un poco en la fantasía de la imagen que danzaba con su triste color. Lo cierto es que la oración inundaba mis recuerdos y hasta mis sueños, yo podría morir en este instante y nada cambiaría, como nada ha cambiado desde el principio, como nada ha cambiado de lo que ya está escrito. Caos y fatalidad desprovista de razón, desprovista de todo sentimiento eterno.

Los espejismos recobraron su imagen adhiriéndose como el aroma de una flor a todo los sueños que se perdieron en ese instante inconteniblemente verdadero. Si todo fuera perfecto, si todo esto es perfecto, y nuestras almas condenadas a esta tierra de oportunidades y tragedias - a este devenir eterno de anhelos y osadías, a esta vida que se nutre incansablemente de esperanzas - fueran algo opuesto, fueran una voz tiritante, si todo fuera perfecto... si todo fuera perfecto, piensa, si todo fuera perfecto, yo podría vivir este instante.

Alan Márquez Lobato

miércoles, 18 de octubre de 2006

Plegaria

Cubriré al mundo con mis palabras, matizando la noche con magia, con un poco de amor y otro tanto de llanto. Aún lejano... aún ausente, arrancare las blasfemias y las injurias de la tierra marchita. Cuando el espíritu este pronto a terminar sus plegarias, dejaré que todo el miedo y todo el dolor se apropie del vacío, que con sólo un pensamiento se esfume como el recuerdo más insignificante.

Alan Márquez Lobato

viernes, 6 de octubre de 2006

Palabras

Caerá como la última gota de lluvia sobre los campos tristes del herido. Caerá con el último lamento del tiempo, acusado indistintamente por las voces que corrompen las almas y ciegan con falsa dulzura la mirada, y ahí alejado de los sollozos que despiertan los ecos del miedo, blandiendo palabras que resurjan agitadamente del vacío, está su palabra, deshecha por el silencio, segregada en la tierra de los falsarios, de las tristes conveniencias sin horizonte ni razón.i

Alan Márquez Lobato

domingo, 1 de octubre de 2006

07-Ago-02

Muchas cosas se dicen de una familia, los valores y virtudes que suele procurar, la educación que contempla, el esfuerzo y la inteligencia con la que maneja la vida en conjunto de todos los seres que habitan dichos cuerpos unidos por la sangre y por amor. De todas las desventuras y tropiezos, el hombre, nosotros, como un espada que se desenvaina sin pensar, como un niño que recurre a su madre o como una gota que se vacía naturalmente sobre una hoja, de la misma forma y con el mismo contenido, buscamos a nuestra familia, concebida quizás como un ente único del cual cada uno forma parte, con sus virtudes y defectos, pero al fin y al cabo, como una sustancia importante que permite la vida de la misma. 

Alguna vez se pensó que uno de los pilares que sostenía dicha gracia y aquella unión de personas extraviadas, se había ido, que tal vez todo se derrumbaría, pero con el tiempo se aprendió que estaba más cerca de lo que pudimos imaginar, momentos inefables como el sueño, en el aroma, en los objetos heredados, en las fotos, pero quizás, lo más importante, en el recuerdo, en la personalidad que cada hijo tiene de él. Porque somos nuestro pasado.

Alan Márquez Lobato