jueves, 18 de mayo de 2006

Amor

No hay amor más dulce que el anhelo de soñar, ni tanta crueldad que desgarre lo ambiguo del pensamiento. Hay algo de fantasía en los miedos que el deseo de congelar el tiempo se vuelve una luz tan lejana como el recuerdo. No hay amor más triste que desaparecer el encanto con un poco de razón, ni tanta nostalgia que saber que sólo fue un sueño, dormido o despierto, el sueño difuso y real.

Por Alan Márquez Lobato

jueves, 11 de mayo de 2006

Sin ti

Sin ti. Siempre me gustó tu voz, esa melodía dulce y lejana. No tengo más dudas de lo efímero que resulta el tiempo, puede ser agobiante. Debes estar con Dios, cantando y sumergiendo tu alma en las nubes. No estoy seguro por qué siento nostalgia por ti, ni por qué me duele un poco cuando escucho esta canción, como un cariño especial. Tu muerte me sorprende sinceramente, bella voz, bella mujer. Hay algo de soledad en este día.

Por Alan Márquez Lobato

miércoles, 10 de mayo de 2006

Pensaste en desaparecer

Pensaste en desaparecer, en huir del tiempo; abrazar y sentir el aire diluido en tu piel. Quisiste correr interminablemente y luego volar con mágica dulzura, con aquella felicidad de los grandes sueños que en momentos difíciles liberan a tu corazón. No fue así, caíste lentamente como si el tiempo suspendiera tu despertar, abandonado al fin como una hoja desprovista de color. El cielo era de un hermoso azul y parecía estar tan cerca, casi palpable, pero el aire ya no soportaba tu cuerpo y caíste. El cielo de un hermoso azul se fue extinguiendo con tus recuerdos... y un blanco perfecto cubrió tus ojos.

Por Alan Márquez Lobato

jueves, 4 de mayo de 2006

Nunca podrás vencer tus miedos

Nunca podrás vencer tus miedos
ocultos bajo la respiración

La razón es el miedo
de tu agobiado corazón

y nuestra alma es etérea
como la luna
como la sangre

Por Alan Márquez Lobato