domingo, 3 de abril de 2011
lunes, 28 de marzo de 2011
Gritar sus nombres
Si pudiera dar mis ojos que arden, que se pierden en los laberintos que van sofocando mi respiración, y ahí expandirse en algo que las salve de la miseria de las palabras y las traiciones, y de todo aquel mundo corrupto, arrepentido entre los escombros de plegarias inertes.
Si pudiera dejar de oír como late el corazón, arrepentido de la burla que hace de la vida, y de los detalles más grandes que hacen diferente nuestra condición y si escucharás mis oraciones me dirías como van quedando los miedos enclaustrados en la memoria de toda idea que se digne ser vivida y contemplada dentro de los oscuros lamentos que entretejen la paciencia.
La espera larga e interminable que supone la fuerza de una voz que se va extinguiendo.
Si pudiera desencadenar los guardianes celestes que impiden las tragedias y salvarán este limbo de vidas que sólo transgreden la pureza. Si pudiera absolverme en los cielos y gritar sus nombres y me permitieras guardar sus vidas, aún cuando me dejarás abandonado en la miseria.
Si tan sólo pudiera ser algo más que pensamientos y palabras y dejar todo lo que impida llevar este mensaje y tus ojos se bendigan de sus vidas.
Por Alan Márquez Lobato
miércoles, 23 de marzo de 2011
Bendiciones
[¡Oh Señor, el rey se alegra en tu poder!
¡Cuánto se goza en tu salvación!
Le has concedido el deseo de su corazón,
y no le has negado la petición de sus labios.
Le has salido al encuentro con las mejores bendiciones;
corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
Te pidió vida, y se la concediste;
vida extenza, eternamente y para siempre.
Gloria grande halla en tu liberación;
honra y esplendor has puesto sobre él.
Porque le has dado bendiciones para siempre,
y le has colmado con la alegría de tu rostro...]
Salmo 21
¡Cuánto se goza en tu salvación!
Le has concedido el deseo de su corazón,
y no le has negado la petición de sus labios.
Le has salido al encuentro con las mejores bendiciones;
corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
Te pidió vida, y se la concediste;
vida extenza, eternamente y para siempre.
Gloria grande halla en tu liberación;
honra y esplendor has puesto sobre él.
Porque le has dado bendiciones para siempre,
y le has colmado con la alegría de tu rostro...]
Salmo 21
miércoles, 2 de marzo de 2011
jueves, 27 de enero de 2011
Perduto
Io posso scordarti
seguendo la rotta
di un passero muto
Io posso allearmi
a gente diversa
che tu non conosci
Mi posso riempire di amori sfiniti
che non ho voluto
e sola di notte sentirmi morire
e non chiederti aiuto
Io posso scordarti
facendo ogni giorno una torta diversa
Io posso scordarti
passando le ore a contarmi le dita
Mi posso stancare
e arrivare alla notte più morta che viva
e poi nel mio letto confondere i sogni nel rosso del vino
Ce la farò a non soffrire più
a non parlare più da sola
Ce la farò a non pensare a te
a non volerti più
perduto…
seguendo la rotta
di un passero muto
Io posso allearmi
a gente diversa
che tu non conosci
Mi posso riempire di amori sfiniti
che non ho voluto
e sola di notte sentirmi morire
e non chiederti aiuto
Io posso scordarti
facendo ogni giorno una torta diversa
Io posso scordarti
passando le ore a contarmi le dita
Mi posso stancare
e arrivare alla notte più morta che viva
e poi nel mio letto confondere i sogni nel rosso del vino
Ce la farò a non soffrire più
a non parlare più da sola
Ce la farò a non pensare a te
a non volerti più
perduto…
miércoles, 19 de enero de 2011
martes, 11 de enero de 2011
viernes, 7 de enero de 2011
jueves, 6 de enero de 2011
Pavane pour une infante défunte
Pavana para una infanta difunta (Pavane pour une infante défunte) es una famosa pieza para piano solo escrita por el compositor francés Maurice Ravel. Fue compuesta en 1899 cuando Ravel estudiaba composición en el Conservatorio de París con Gabriel Fauré. En 1910, Ravel también publicó una versión orquestal de la Pavana. Una interpretación normal dura alrededor de seis minutos.
La obra evoca la digna elegancia de una recepción en la corte real de España, así como el grácil movimiento de una infanta en los pasos de una pavana, una danza lenta procesional que gozó de gran popularidad entre el siglo XVI y el siglo XVII. La alusión a estas refencias antiguas no significa que Ravel quisiera homenajear a alguna princesa histórica en particular, sino más bien expresar un entusiasmo nostálgico por la moda y la sensibilidad española que el autor compartía con muchos de sus contemporáneos (sobre todo Debussy, de Séverac o el propio Albéniz) y que manifestó en otras obras, tales como la Rapsodia española y el Bolero. Según algunos, Ravel quizás pensaba en Margarita Teresa de España, hija del rey Felipe IV de España.
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