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Julián, California. Fotografía: Alan Márquez. 2006 |
viernes, 1 de septiembre de 2006
jueves, 20 de julio de 2006
Hoy perdí la luna
Hoy perdí la luna. Hoy el tiempo me partió y el silencio cubrió mi sueño. Hoy el resplandor de la noche se extinguió y la oscuridad cubrió mi alma. El frío se apropio de mi corazón como la muerte. Hoy nuestros anhelos se perdieron en la nada… en el vacío que ahora va pintando trágicamente nuestro espíritu. Mi voz y tu voz dejaron de ser una, nuestra alma se fracturó y la sangre del amor corrió en ese espacio ausente de luz. Y todos los fines que soñamos alcanzar, y toda la vida y todo el amor…
Hoy perdí la luna, como la pierde el ser mítico en su desgracia, como aquel que perdió el fuego y otro el cielo. Yo perdí la luna…hoy te perdí a ti.
Alan Márquez Lobato
lunes, 3 de julio de 2006
Alma de Poeta
Es un sueño jugando en la eternidad del universo, suspirando bellas melodías que derriten la amargura, haciendo eco con su presencia, apasionada y misteriosa como una historia de guerreros y poetas. Hermosa imagen perfecta de ternura, como la dulce voz que permanece en el estado más profundo del inconsciente. "No hay mirada más sincera ni beso más eterno que rejuvenezca todo sentimiento y lo envuelva de mágica locura".
Envuelve el triste sentimiento con palabras de esperanza y designios perfectos. Aprisiona al noble sentimiento con verdades ocultas por la oscuridad de los sueños falsos. Alma de poeta, trágica en la lucha que se emerge en el amor absoluto, heroína de alegres batallas contra el odio y orgullo. Mujer apasionada que descubre el brillo de la luna como si buscara en la mirada del herido. Mujer de palabras, de prosa elegante, de sentimientos dulces, pequeña diosa de la luna, mereces todas mis palabras, todos mis intentos por encontrar aquellas letras que me permitan decir de mil maneras, te amo Alma de Poeta.
Alan Márquez Lobato
martes, 27 de junio de 2006
Caminos
Existen distintos caminos que se figuran como una existencia poco decorosa y firme para las entrañas del vacío, de la búsqueda persistente que se avoraza sobre las olas de mi razón; soledades lúgubres y sensatas que no encienden la llama de ningún recuerdo, terrible angustia...
Alan Márquez Lobato
martes, 20 de junio de 2006
Vuelve
Vuelve la decepción a mi conciencia, triturando ilusiones, manchando recuerdos con gritos de silencio. Vuelve la nada, obligada a sorber mi esencia con ironía y dulzura. El alma trémula se desliza en ese espacio oscuro, sin rincones de armonía, sin absolutos que permitan suspirar. ....
Alan Márquez Lobato
lunes, 19 de junio de 2006
La vida del hombre
Hay algo en este sentimiento que aprisiona el corazón, lo va asfixiando con tintes de melancolía y una extraña sensación de felicidad, mientras circundan los anhelos del infame soñador. Utopías envueltas en lúgubres pensamientos, en una espera eterna y delirante. Sólo queda el absoluto efímero, que ni siquiera el recuerdo logra rescatar. Es hermoso y triste, como la vida del hombre, como la vida del amor.
Por Alan Márquez Lobato
miércoles, 14 de junio de 2006
Pilares
Hay algo de traición, y en el fondo del sentimiento, se puede ver de forma fractal el desconocimiento... algo más que la ruptura de un sueño. Como un derrumbe colosal, como una mirada descubierta de abstracciones y con ella el miedo de la realidad. Un pilar cayó, y en él, parte de una lucha. Dejé vencerme por el miedo, por la traición, por el grito ensordecedor del silencio y por la envestidura del orgullo. No pude más y caí como Faeton soltando las riendas del sueño. Debe ser más grande aún porque todavía está de pie el pilar de la historia ajena, el pilar del tiempo y el espacio, el sueño sigue siendo el mismo. Por eso subo a pesar de las espinas que lo rodean sangrando desesperanza, a pesar de las serpientes que con su mirada burlan mi temor a equivocarme. Hay algo de ilusión que mantiene mi esperanza. En un tiempo quise que la gente creyera conmigo, y cuando dejé de creer, alguien dijo: creo en ti. ¿No es eso suficiente para subir?
Por Alan Márquez Lobato
jueves, 8 de junio de 2006
Silencio
Vuelves a sumergirte, caprichoso, contemplando la belleza del olvido. Sutil como el silencio rompes el tejido de la memoria, revolviendo la mirada encadenada a tu corazón, quedas atrapado sin designios en aquel laberinto eterno, forjado por miedos sin futuro ni herencia. La marcha lejana de tu melancolía se esfuma tácita, sin súplica alguna. Voz, voz, triste voz, envuelta en cenizas, cubierta del oscuro cielo que cubre tus ojos perdidos. Eres el ser que se abandona...el mar de abismos recreados...eres silencio...
Por Alan Márquez Lobato
miércoles, 7 de junio de 2006
Soledad
Se suspendió en el espacio como si el viento fuera el mar, envuelto nuevamente por aquello de lo que se reprendía de niño, y ahora una vez más en aquella llamarada cuantiosa que daba giros con espectacular vehemencia, arrebatando sueños de lucidez extrema, ahí, acorralado entre aquel espacio infinito y soportando su presencia, observó el reflejo de la nada. Acosado por la envestidura de la tragedia daba gritos de desolación, acusado por la tristeza y cayendo en ese profundo abismo existencial donde las respuestas no sirven de nada. Luego abusando de la gravedad, la llamarada se consumio en él ahogando toda esperanza, dejando que la ausencia de voluntad hiciera lo suyo...luego vino el vacío, y por último, como una absurda contradicción, la soledad.
Por Alan Márquez Lobato
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