miércoles, 8 de noviembre de 2006

Respira

Respira dijo la luna, con aquel brillo que sigo sin reconocer. Mantén tu alma quieta, suspendida en ese tiempo que tan incomprensible es para ti. Envuelve y disuelve el tenue sentimiento que agita las grandes obras que iluminan el camino. Olvida tu voz, olvida el eco que produce en momentos de desolación e incertidumbre, olvida como las palabras resuenan en las paredes del cielo cuando los cantos de alegría se apoderan del espíritu; olvida y respira si antes el color de la noche no toma tu conciencia y va hilando lúgubres pensamientos de ansiedad. Olvida y respira de nuevo. Respira el nombre que Dios te concedió y que aún no conoces, descansa alma inquieta, descansa de tus pensamientos, descansa de tu desesperación.

Alan Márquez Lobato

No hay comentarios.: