Donde va morir el sol,
donde el viento se reposa
están todas las palabras,
de quien ha estado enamorado,
y no ha olvidado,
todo aquello que lo ha estado.
Y al esperar la tarde,
debe de pasar el viento,
yo me dejaré llevar,
donde nacen las palabras,
buscaré tus palabras,
te las quiero regresar.
No es justo que una mujer,
que por miedo a equivocarse
no se pueda enamorar
y se deba contentar
de una historia siempre igual
de una vida de sueños.
Donde va a morir el sol
donde el viento reposa
ha encontrado tanta gente,
que en un mar de palabras,
y entre tanta confusión,
espera todavía un amor.
No es justo que una mujer,
que por miedo a equivocarse,
no se pueda enamorar,
y se deba contentar,
de una historia siempre igual,
de una vida de olvido.
Le tue parole.
S. Cirillo
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